También me gustaba el invernadero, y una roca junto a un puente donde había una cascada, un riachuelo chico que llegaba a la laguna, llena de botes...
Crecí y mis padres no me volvieron a llevar.
En septiembre del año pasado lo visité , después de muchos años. Estaba diferente, más pequeño, más viejo... No, creo que esa era yo.
Desde que me llevó un niño desconocido en esa ocasión no he dejado de visitarlo. Siempre con él...
Pero ahora lo conozco más... y me sigue gustando la laguna de agua verde que con el sol tiene destellos encandilantes.